jueves, 30 de octubre de 2008

Ocho perros mueren de inanición encerrados en Castellón


Leo en un diario la noticia y me cuesta creer que sea la crónica de un hecho real; parece más bien sacada del guión de alguna película gore, el producto de la imaginación de un director en el intento de transmitir un relato cargado de crueldad, de sufrimiento, de sadismo y maldad pensado para revolver las entrañas del espectador.

Pero no, ha sucedido el 19 de Octubre en Onda, una Localidad de Castellón. Un vecino que caminaba por la montaña, al pasar cerca de una masía abandona escuchó los lamentos apagados de un perro, se introdujo en la edificación y el panorama que allí se encontró fue dantesco: ocho canes yacían muertos y lo habían hecho de inanición, ya que aparecieron sus cuerpos en diferentes habitaciones de la vivienda cerrada y a su alrededor no había restos de comida ni de agua, tan solo basura y excrementos. En ese entorno de miseria pasaron sus últimas horas sin que nadie les ayudase. Fueron muriendo de una de las formas más espantosas que es posible concebir: de sed y de hambre. Tan solo uno, aquel del que escuchó los débiles quejidos el paseante logró sobrevivir a una situación tan cruel y despiadada y ahora se recupera de la grave desnutrición y deshidratación que padece. Ocho seres capaces de amar, de sentir, de sufrir, ocho criaturas inocentes condenadas a un tormento atroz porque un hombre así lo quiso.

La Asociación Amigos de los Animales de Castellón (ASPAC) ha interpuesto una denuncia y el Grupo SEPRONA de la Guardia Civil investiga los hechos para intentar hallar al culpable, aquel que no tuvo el menor reparo en dejar abandonados a los perros entre unos muros de los que les resultaba imposible salir y sabiendo que irían muriendo poco a poco por falta de alimento y bebida. Esperemos que los medios que se dediquen a la búsqueda del autor de semejante brutalidad sean los adecuados para identificarlo y que la justicia le imponga una condena acorde con un crimen tan repugnante como el que ha cometido.

¿Qué clase de monstruo hay que ser para llevar a cabo un acto así?. No merece vivir en libertad, al menos durante un largo periodo de tiempo, quien es capaz de torturar a unos perros de tal modo; quien tiene la sangre fría suficiente como para seguir con su vida como si nada estuviera pasando, mientras sabe que dentro de un edificio nueve perros desesperados están experimentando una agonía atroz sin la menor posibilidad de huida.

Espero que el responsable sea encontrado y que su pena no se limite a una simple multa. Este individuo salvaje y despreciable, merece entrar en la cárcel y que tal hecho sirva de reflexión para todos aquellos que saben que en este País maltratar a un animal e incluso matarlo sale muy barato. Ya está bien de tibieza con estos asuntos, no podemos seguir siendo testigos día tras día como está ocurriendo de casos de perros y gatos mutilados, apaleados, envenenados, quemados o que permanecen atados sin sustento a su alcance.

Los jóvenes no queremos crecer en una Sociedad en la que la crueldad con los animales es una realidad cotidiana que apenas tiene consecuencia para aquellos que la practican.

Alejandro Ortega Izquierdo


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