jueves, 28 de agosto de 2008

La diversión de las fiestas


Con la llegada de las fiestas a los pueblos, toda la diversión y júbilo va seguido de la sangre de más de 3000 animales que son degollados, apedreados, despeñados o torturados.

Una fiesta Alicantina es "el cerdo untado", consiste en soltar un cerdo resbaladizo que huye hasta que es capturado por una manada de gente que le provoca la rotura de muchos huesos y la amputación de las orejas y la cola.

Sin duda, los toros y terneras son los más empleados en las fiestas populares, dada su fuerza y resistencia.

En Valencia se celebra "el toro embolado". A la víctima, el toro, se le colocan en los cuernos unos trapos impregnados con alquitrán y se les prende fuego. El toro empieza una carrera desorientado por las calles. El motivo de que el animal corra no es el hecho de que unas patéticas personas se pongan delante de él, no, el toro huye del calor y la llamas, que en la mayoría de las veces, el goteo incandescente les cae en la frente y en los ojos, haciendo que se queden ciegos.

En Coria, en animal va por las calles huyendo de los dardos que la gente le dispara. Algunos se les clavan en lo ojos, mientras recibe patadas y golpes.

Esto no es más que una pequeña lista de las atrocidades que esas personas a las que equivocadamente se les llama "humanas" realizan para tener una disculpa para emborracharse.

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