lunes, 25 de agosto de 2008

La firma del torero


En la médula del dolor,
con su bandera del Estado Español,
se derrama la sangre de su color
enfermizo del Festejo español.
Con toda tu hipocresía vives para asesinar,
pero no nos lo tragamos
y no importa lo que puedas rebuznar.
Con la supuesta valentía enmascarado
los gritos silenciosos a tu lado.
Tras el gran capote
se esconde ese "machote"
armado contra la bestia.

Sonriendo a toda la afición,
dejando tras de si un rastro de cobardía
y de especulación
en el juego de la vida, falto de valentía,
maestro en la tortura y el dolor.
Pero no le llega para acabar el morir,
no, antes hay que sufrir.
Sólo lágrimas para los embestidos
de ridícula tristeza
pues lo siguiente es el final de los latidos.
Todo acaba con la admiración,
seguida de rabo y oreja
y la verguenza del diestro
que mutila y mata sin compasión.

Alejandro Ortega Izquierdo

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